2.28.2013



Yo sólo era un látido de corazón, un ojo lúcido y abierto al serenísimo interior.
Lo guardaste,
te vi que lo guardaste
y yo me lo guardé,
me lo guardé también.
Y me lo conservé en el hueco
más frío de mi pecho,
hasta que no pude más
y empezó a querer salir.
Y está saliendo.
Y lastimás tanto,
tantísimo.
Me lastimas,
me lastiman.