Me encantaría poder decirte todo en la cara, aunque estoy segura que lo sabés, que sabés que cada vez que te veo me generas asco. Pero aún así, me encantaría poder decírtelo todo de nuevo. Demostrarte cuanto me generaste, cuanta tristeza me dejaste, como hiciste que toda la felicidad que había cosechado, como todo mi jardín se pudrió por vos, por ustedes. Como fue que arruinaste tantos tantos días de mi vida, me encantaría que veas como quedé desecha, seca de lágrimas, como mis ojos veían cosas que no lo necesitaban. Me encantaría poder relatarte todo eso, me encantaría poder maldecirte tanto mientras te miro a los ojos, me encantaría devolverte todo lo que me diste, me encantaría darte tantas cosas malas. O también me gustaría que hubieras podido leer mis pensamientos, así como yo adiviné los tuyos y saqué la verdad de cada palabra mentirosa que escupías por tu boca, que veas que si se lo que sos, que te conozco, que no me equivoco y que se que te pudre y te enfurece ver que lo se. Me encantaría poder transformarme y hacerte miles de cosas para que la pases mal como lo pasé mal yo. Me encantaría borrarte de mis recuerdos. Tantas cosas, tantas. Pero yo sé, que todo lo que uno da vuelve, y sé que todo lo que me diste, la vida te lo devolvió y se que cuando vos estabas triste y me extrañabas yo estaba feliz, feliz de no estar más con tu compañía, con tu muy mala, pésima, triste, horrible, desinteresada, insaciable, artificial compañía.